DONES
CONCEDIDOS POR EL ESPÍRITU SANTO
QUE SE REFLEJAN EN LA VIDA DE MADRE MERCEDES
El
DON DE FORTALEZA PORQUE:
·
Desde niña supo tener el valor de superar
la ausencia de su madre y de su padre.
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Ante
la negación de poder ingresar al convento de las Monjas Clarisas Capuchinas,
supo tener valor de esperar 10 años.
·
Cuando cumple de le con su sueño, de
ingresar al convento de Clausura, debe retirarse por su poca salud.
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Supera con fe y fortaleza y la ceguera de
sus ojos.
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Mantiene la firmeza ante el principio de
rechazo, de Monseñor Aneiros, al no concederle permiso para comenzar la
Fundación del Instituto de las Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad.
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Lucha constantemente con su debilidad
física para servir a los enfermos, hasta tal punto que “se olvida de las muletas para
ayudar a un moribundo.”
·
No se deja vencer por la incomprensión de las personas
más cercanas a ella, para fundar el asilo de San José, para niños
huérfanos de Chascomús.
EL
DON DE PIEDAD PORQUE:
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Toda su fortaleza la encontraba en la
oración y contemplación.
·
Su experiencia de dialogo la tenia con
Jesús Eucaristía, a él se arrodillaba para pedirle o darle gracias por los
favores que le concedía.
·
Mantenía una conversación de HIJA,
DISCIPULA Y AMIGA con la virgen María, a quién llevaba a su lado a los lugares
alejados donde iba, manifestando una entrega gozosa con el rezo de la CORANA
FRANCISCANA.
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Su piedad no sólo consistía en hablar
muchas palabras sino en la búsqueda constante por la Voluntad de Dios.
·
En cierta manera en la oración y
contemplación se SACIABA, para dar al mismo Cristo a sus hermanos enfermos y
desprotegidos.
·
Su oración con María hoy es un testimonio
para nosotros, que ella fue no sólo una hija sino una amiga de la Madre Dios, y
es por eso que la misma Virgen le RESPONDÍA al rezar la corona franciscana.
EL
DON DE CONSEJO:
·
Porque sus mensajes manifiestan su entrega
constante a la voluntad de Dios a pesar de las contrariedades que se le presentaban.
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Porque su solidaridad con el enfermo no
sólo de ayuda corporal sino que lo animaba en su ESPÍRITU, con sus consejos,
esto le permitía al enfermo mismo, sobrellevar con valentía su enfermedad.
EL DON DE SABIDURÍA:
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PORQUE supo elegir la voluntad de Dios en
todas las circunstancias de su vida y actuar según ella.
EL DON DE ENTENDIMIENTO:
·
Porque supo comprender cuanto el Señor le
manifestaba para entregar su Evangelio y el amor que Él tiene, por los más
frágiles, enfermos, pobres y débiles.
EL
DON DE CIENCIA:
·
Porque no sólo socorrió a los enfermos con
la ciencia humana, sino también, con la
Ciencia Dios.
EL
DON TEMOR DE DIOS:
·
Porque comprendió que tenía que ACTUAR POR
AMOR a Dios Padre y no por temor a un Dios que castiga o no comprende las
debilidades del hombre.
FIN DEL DOCUMENTO
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